Desde hace algunas décadas el papel del juego como actividad humana ha evolucionado bastante. Son múltiples los métodos y teorías que respaldan la importancia de vincular la esencia propia del juego en distintos procesos de aprendizaje, incluso hasta tenemos un término nuevo que pretende explicar y proporciona algunas herramientas prácticas para su ejecución, estamos hablando de la gamificación, consiste en aplicar los principios y las técnicas de los juegos a actividades, de otra forma rutinarias y poco llamativas, con el fin de obtener mejores resultados: desde la adquisición de nuevos conocimientos al desarrollo o consolidación de conceptos o competencias, objetivos básicos dentro del ámbito educativo.
El proceso de gamificación encaja a la perfección con los actuales cambios del paradigma educativo, hoy en día somos una sociedad digitalizada, en donde la información es instantánea y nuestros hijos reciben multitud de estímulos, los niños están cobrando consciencia de sus habilidades, necesidades e intereses.
Antes la clase era la única manera de adquirir conocimientos, pero hoy en día nuestros niños tienen Internet, libros electrónicos, software, aplicaciones, cursos virtuales, simuladores, etc.
Sin embargo, algo que se mantiene y se mantendrá por siempre son los dispositivos básicos de aprendizaje, ellos son: la atención, la concentración, la memoria, y en especial, la motivación, el reto actual de padres, docentes y comunidad en general es lograr que los niños desarrollen al máximo dichas capacidades, pero desde el disfrute y placer que proporciona el juego, disponiendo sus mentes para un pensamiento creativo, crítico y experimental.
El éxito de la gamificación no solo se evidencia en la disposición y motivación que muestran los niños cuando aprenden jugando. Un estudio de la Universidad de Colorado (UNIVERSIDAD DE COLORADO) del año 2011 arrojó los siguientes resultados;
Los juegos de simulación, comparados con otros métodos de aprendizaje, obtuvieron una mejora del 9% en la retención de conocimientos, un 14% más de conocimientos basados en habilidades y un 11% más de conocimientos factuales.
La oferta actual de juegos virtuales y reales, los miles de cursos, software y aplicaciones seguramente podrán apoyar dicha tarea, sin embargo, incorporar la gamificación a cualquier proceso o tarea cotidiana puede ser más fácil de lo que se piensa, e incluso el reto es lograrlo desde casa.
Recordemos que el objetivo es vincular la lógica del juego a las tareas cotidianas, algunos ejemplos podrían ser: la limpieza y organización de la habitación, esta tarea puede implicar el registro de tiempos para comparar cuando se hizo más rápido, un cuadro en donde se puedan ver los mejores tiempos, y por qué no, se puede proponer una recompensa si la tarea se cumple más rápido.
Se podría reciclar parte del agua que se consume en casa, registra el ahorro en unidades de medida y mantener un póster visible que esté comunicando en tiempo real a los habitantes de la casa, cuánta agua se ha ahorrado, es decir, ofrecer a los niños, no la realización de un deber, sino toda una aventura que lo llene de expectativas y emoción, en donde se proponga un camino para lograr el objetivo, pero en donde el cómo se realice la actividad sea de libre elección por parte del niño, una actividad que le permita al niño recibir evidenciar el impacto positivo por su trabajo, un reto en donde el niño vea que la estrategia para alcanzar un gran objetivo, obedece a la sumatoria de pequeños logros.
Y por supuesto que viviendo en la actual era tecnológica y digital de hoy no sería coherente no apoyarse de algunos recursos digitales, si bien la oferta es enorme, cerramos este artículo con dos aplicaciones muy interesantes:
Prueba tu mes gratis:
Starlearn with Passion by mi primer robot sl © 2022 All rights reserved
WhatsApp us