¡El futuro de nuestros hijos e hijas, está en el espacio!

¡El futuro de nuestros hijos e hijas, está en el espacio!

El firmamento, sobre todo en las noches estrelladas, se ha convertido en motivo de inspiración para una gran cantidad de pensadores, científicos(as) y creativos(as) a lo largo del tiempo.

El interés por las cuestiones del espacio es tan antiguo como la misma humanidad, diferentes civilizaciones en distintos momentos propiciaron avances en el descubrimiento de lo que compone y sucede más allá de nuestro planeta.

El misticismo y la superstición dominaron por mucho tiempo las creencias que había sobre el espacio: deidades, seres extraterrestres y misterios cósmicos, servían como argumento para intentar explicar cosas como nuestro origen o algunos fenómenos naturales.

Del misticismo a la observación y estudio del espacio

Conforme avanzaba el tiempo y la ciencia, lo mítico empezó convertirse en observaciones y estudios cada vez más rigurosos, dando paso a la astronomía como una disciplina.

Los instrumentos de observación se convirtieron en elementos fundamentales para el estudio del universo, lo que hizo a los astrónomos involucrar el diseño y la ingeniería como un factor clave en el avance de la disciplina: telescopios, instrumentos ópticos y mapas de cálculo fueron las primeras expresiones de la ingeniería espacial.

Desde nuestro planeta el cosmos cada vez se veía más maravilloso y abría miles de ventanas a nuevos descubrimientos que solo en tierra no sería posible descubrirlos.

UNA CARRERA QUE NOS LLEVÓ AL ESPACIO

Más cercano a nuestro tiempo la humanidad logró volar, llegaron los aviones y otras aeronaves que permitieron viajes muchos más rápidos que acortaban las distancias para conectar al mundo, los avances vertiginosos en la aeronáutica empezaban a configurar el sueño de llegar al espacio exterior.

Y aunque desde inicios del siglo XX se empezó a consolidar la idea de viajar al espacio a nivel teórico, fue solo hasta la segunda mitad del siglo, después de las guerras mundiales, que se consolidaron proyectos que pronto pasaron de lo teórico a lo real: lo que se conoce como la guerra fría, trajo consigo también la carrera espacial, las grandes potencias del mundo centraron todos sus esfuerzos por conquistar el cosmos.

En menos de 20 años la humanidad logró hitos históricos en el descubrimiento espacial, nuevos artefactos y tecnologías se convertían en los protagonistas de una época deslumbrante: cohetes, satélites, telescopios orbitales, sondas y algunos instrumentos más, nos hacían pensar que como especie sería posible recorres el universo hasta sus confines.

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LA BREVE ERA DORADA

La época dorada de la carrera espacial en realidad duro poco, y aunque se lograron hechos asombrosos como la llegada de los primeros seres humanos a la luna, la reconfiguración política del mundo hizo que para las potencias el avanzar en la conquista del espacio dejara de ser una prioridad.

La ingeniería espacial se enfocó sobre todo en el avance de las telecomunicaciones con la construcción y puesta en órbita de satélites cada vez más avanzados que comunicaron al planeta.

DEL PRESENTE A UN FUTURO DE CIENCIA FICCIÓN

Hoy día, estamos viviendo un resurgir del interés de la humanidad por las cosas del espacio, las dinámicas han cambiado un poco, los grandes esfuerzos económicos ahora se están concentrando en empresas privadas, que ven en el espacio y su exploración, posibilidades enormes para encontrar soluciones a los problemas de la humanidad.

Por otra parte, centros científicos se han enfocado en desarrollar artefactos cada vez más avanzados que permiten observar los confines del universo desde nuestra propia tierra, recientemente nos hemos maravillado con postales del universo que son resultado del trabajo arduo de equipos interdisciplinares.

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Clases recomendadas:

5º/6º de primaria y 1º/2º ESO